sábado, 9 de junio de 2012

Cabezas

“No lo tome como algo personal” le dijo el juez casi al oido. “No lo creo culpable, me parece que no hay evidencia suficiente, pero si no emito una sanción severa todo el mundo pedirá mi cabeza”. El acusado asintió con los ojos cerrados, esperó la sentencia y escuchó. “¡Que le corten la cabeza!”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario