miércoles, 27 de febrero de 2013

Cuando los Amigos se Encuentran

- ¡Maestro!
- ¡Habla! ¡Qué gusto! De tiempo, ¿no?
- Sí, desde que te casaste, creo.
- ¿Tanto? Qué bárbaro, si ya hace como dos años que me divorcié…

domingo, 24 de febrero de 2013

Tribulaciones de los Poetas Contemporáneos

A Gustavo Adolfo le resultaba difícil seguir adelante con la poesía. La mujer que inicialmente lo había inspirado -y que él esperaba que pudiera seguir haciéndolo- no era natural. Además, ella no entendía su pasión por lo que hacía.

- ¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía ere...

Pero no pudo terminar. Ella hoy tenía los ojos pardos, no azules.

viernes, 15 de febrero de 2013

Od(i)a a San Valentín

Como le suele pasar a gran parte de la humanidad, se enamoró. Como le suele pasar a gran parte de la humanidad enamorada, decidió plasmar su amor por escrito. Como no le suele pasar a gran parte de la humanidad enamorada que decide escribir sobre el amor, decidió escribir una novela. Como no podía ser de otra manera, se la regaló a su flamante amor.
La encantada receptora del regalo lo leyó y le encantó. Tanta fue su emoción que no se detuvo hasta encontrar una editorial que aceptara publicar la obra.

El libro fue un éxito de crítica, pero al autor le supo a fracaso. El comentario que más lo golpeó decía algo sobre "el feliz hallazgo de un novel escritor cuya prosa intenta inútilmente esconder una notable capacidad para la poesía, la cual aflora en largos pasajes de la novela". 

No sabemos qué le pasó desde entonces, lo cierto es que nunca se publicó alguna otra obra suya. Y del autor y su amada nunca más se supo.

martes, 12 de febrero de 2013

Pensamientos de un Periodista de Investigación

Nunca pasaba nada, este trabajo se volvía monótono... ¡hasta que surgió el asesino en serie! Ahora sí, por fin todos le dan importancia a las noticias que escribo en el diario. Soy una celebridad, al menos temporalmente. Lo malo es que la policía está desconcertada y no tiene sospechosos; por eso, no puedo dar muchos detalles de los casos, no vaya a ser que los lectores se den cuenta de lo que estoy haciendo.

sábado, 9 de febrero de 2013

El Empírico

Mientras la bala avanzaba, el suicida pudo comprobar inútilmente que los recuerdos de toda su vida se agolpaban en pocos segundos.

viernes, 8 de febrero de 2013

La Lotería

Mi mayor deseo es engendrar un hijo con una mujer de cada nacionalidad en el mundo. Comenzando con Afganistán y terminando con Zimbabwe. Así podría perpetuar mis genes en diferentes razas y culturas, cumpliendo el sueño trunco de Alejandro Magno, el gran conquistador y visionario.

El tema es que necesito plata para financiar esta ambiciosa empresa; no debe ser barato mantener a casi trescientas mujeres y sus respectivas criaturas. ¿Y si algunas conciben gemelos o trillizos? Eso me descuadraría totalmente el presupuesto, ni hablar. Dicen que se gasta una fortuna, especialmente en pañales y biberones. ¡Y el costo de vida que está ahora por las nubes!

La única solución viable que encuentro a mi problema es ganar el premio mayor de la lotería. Cinco dólares, el precio de un cachito, puede significar la diferencia entre una existencia sin sentido y la conquista inexorable del planeta Tierra.

martes, 5 de febrero de 2013

Claridad

“Ya sé lo que quiero hacer en la vida” escribió el suicida en su nota de despedida.

Now I Understand

Some women are on the verge of a nervous breakdown. Their hormones ultimately betray them. Now I understand why Jesus was never married. And that's precisely why he's God!

lunes, 4 de febrero de 2013

La Venganza

Maimunah colocaba los platos y vasos sucios en la máquina lavaplatos, los últimos vestigios de la opípara cena que ofrecieron al jefe de su esposo. Con tremenda comida, que combinaba puré de calabazas y pavo al horno con kebabs de cordero y biryani, Tom planeaba asegurar su confortable posición en la creciente empresa de construcción y tal vez un ascenso en el futuro cercano.
 
Tom era especialista en reparaciones de equipos de calefacción y refrigeración y manejaba dos camionetas con amplio espacio para carga y descarga. Le gustaba tomar cerveza al regresar cada noche del trabajo y salir de cacería con Bob, su amigo de la secundaria, cada fin de verano. Cazar venados y aves era su actividad favorita, camuflado en su traje.
 
Maimunah conoció a Tom hace dos años cuando trabajaba todavía de mesera en un bar del centro de Calgary. Era el primer trabajo que pudo conseguir a través de una amiga de Karachi. No pagaba mucho pero era suficiente para costear su habitación en las afueras de la ciudad, comer regularmente y enviar algo de dinero para su familia. Y suficiente para escapar del esposo alcohólico y abusivo que dejó en Lahore.
 
Cuando la máquina lavaplatos terminó el ciclo de secado, Maimunah fue removiendo cada plato, colocándolos sobre la repisa, ordenándolos por tamaño, de grande a pequeño. Tom bajaba de la habitación, con un alambre oxidado en la mano, tambaleándose contra las paredes y oliendo a licor, con la nariz blanca por la cocaína que había inhalado.
 
Maimunah sabía lo que iba a suceder. En su mente lo interiorizaba como el precio que debía pagar por vivir en esta tierra de oportunidad. Lo hacía por sus padres ancianos que esperaban el dinero en Lahore para comprar medicinas; por su hija de ocho años, Taahira, que no veía desde hace dos años y que esperaba la visa de residencia para poder entrar al país y comenzar el colegio y jugar con otros niños canadienses de su edad.

Pero esa fría noche de noviembre Maimunah lo echó todo a perder. No lo pudo aguantar más. Las treintaitres puñaladas en el pecho, abdomen y cara y la total desmembración del pene no fueron lo que impresionaron a los detectives de la policía de Calgary. Una nota escrita en una servilleta de papel junto al cuerpo colgante de Maimunah fue lo que causó la consternación al fogueado detective McGill: “Ya estoy en la tierra de la libertad”.

viernes, 1 de febrero de 2013

Burbuja Inmobiliaria

Fin de semana, al fin. El día estaba soleadito, podía salir al jardín a leer, a tomar aire, a descansar. Pero al echarse en la tumbona, notó una sombra sobre él. No había reparado antes en eso. Hizo memoria... No, definitivamente ese enorme edificio no estaba ahí la semana pasada.