martes, 16 de octubre de 2012

El Apodo Perfecto

A cada mujer que he tenido en mi vida le ha caído un sobrenombre, siempre de animal. Por ejemplo, a Karina la llamaba 'Conejita' por su colita coquetona. A Andrea le decía 'Ardilla' porque era chiquita y se movía de un lado para otro con rapidez. A Marisol le tuve que poner obligado la chapa de 'Gata' porque tenía unos ojazos verdes y era calentona en la cama. ¿Cómo debo llamar entonces a Claudia? Ella es mi actual pareja y es la peor de todas, es una verdadera...¡Rata! 

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