Como le suele pasar a gran parte de la humanidad, se enamoró. Como le suele pasar a gran parte de la humanidad enamorada, decidió plasmar su amor por escrito. Como no le suele pasar a gran parte de la humanidad enamorada que decide escribir sobre el amor, decidió escribir una novela. Como no podía ser de otra manera, se la regaló a su flamante amor.
La encantada receptora del regalo lo leyó y le encantó. Tanta fue su emoción que no se detuvo hasta encontrar una editorial que aceptara publicar la obra.
El libro fue un éxito de crítica, pero al autor le supo a fracaso. El comentario que más lo golpeó decía algo sobre "el feliz hallazgo de un novel escritor cuya prosa intenta inútilmente esconder una notable capacidad para la poesía, la cual aflora en largos pasajes de la novela".
No sabemos qué le pasó desde entonces, lo cierto es que nunca se publicó alguna otra obra suya. Y del autor y su amada nunca más se supo.
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