Un día, Sebastián vino a buscarme con un libro en la mano. Era un ejemplar de "Las Aventuras de Sherlock Holmes" que desde hacía años había dejado en la biblioteca y ahora volvía a ver, pero esta vez tenía las hojas amarillas. Sacó un papelito de entre ellas y me preguntó "¿Qué es un telegrama, papá?". Y entre la nostalgia por mi propia adolescencia y los recuerdos evocados no supe qué responder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario