La antigua ley del
talión se resume en la frase “Ojo por ojo, diente por diente” que aparece en el
libro de Exodo del Antiguo Testamento. Claro que lo sabía, no crea que soy un
ignorante usted señor. ¿Pero no será acaso que esta ley fue un acuerdo descarado
y arbitrario entre oftalmólogos y dentistas? ¿Alguien me podría decir quién
más estuvo presente en la reunión donde se aprobó dicha ley? ¿Y finalmente quién
la redactó? Esto no puede quedar así, no señor. Por esa maldita ley es que el malnacido
de mi oculista me cobra siempre un ojo de la cara. ¿Cree que la plata crece en
los árboles? Mi pensión no me alcanza ni para comprar el pan, todo es un abuso.
Jamás debí votar por Humala, ese mentiroso. No señor, yo no voy a pagar ni un carajo
por esos lentes de mierda, ni aunque llame a la policía. ¡Váyanse todos al mismo
demonio por la puta madre que los parió!
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