Era una tarde de otoño y tomábamos un café a las afueras del Starbucks en el centro de la ciudad. Conversación reveladora. Nunca pude olvidar su candor (casi frescura) para explicarme el significado de su nombre.
- Mi nombre significa “princesa”
- ¿En serio?
Después de quince años me di cuenta de que realmente lo era.
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