Una amiga me dijo ayer que le sorprendía que fuera un ferviente defensor de los derechos de la mujer. "Es que las mujeres me apasionan", le aclaré. "Y francamente me parecen más atractivas y chistosas que los gatos abandonados, los osos panda asiáticos o los gorilas en el África. Al final cada persona es siempre libre de escoger la causa que mejor le acomode a sus gustos y necesidades." Luego de ese día, mi amiga nunca más volvió a hablarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario